Casa Nacional del Bicentenario
El Museo Nacional del Grabado cuenta con un acervo de más de 12.000 piezas organizadas en tres colecciones específicas: de estampas, de publicaciones y de herramientas o instrumentos de trabajo. También posee un archivo documental y un extenso fondo bibliográfico dedicado a la gráfica y a la historia del arte en general. Fue fundado en 1960, sobre la base de la colección particular de Oscar Pécora e Irene Perrando. Sin embargo, su apertura al público se concretó recién en el año 1965, en el mismo espacio en el que hasta ese entonces funcionaba Galería Plástica.
El museo, en sus inicios, fue un agente central en la reivindicación del grabado por su carácter múltiple y la potencia de su circulación ampliada. El objetivo central fue poner en valor una práctica que, hasta el momento, no había logrado suficiente reconocimiento en el campo artístico local. El 7 de diciembre de 1983, como resultado de un lento proceso de gestiones institucionales, se oficializó el traspaso del museo a la esfera pública. Desde 2018, y luego de itinerar por diversas sedes provisorias, el museo reside en el 4to piso de este edificio. También cuenta con un espacio de exhibición en la Planta Baja destinado a proyectos contemporáneos.
En 2020 iniciamos un proceso de transformación institucional signado por el desafío de poner en crisis y expandir los límites disciplinares, y, en la misma medida, por la imperiosa necesidad de vincular la institución con comunidades de creación contemporánea en todo el territorio nacional. Nos interesa repensar los dispositivos de mediación, dar lugar a otras expansiones y exploraciones desde la práctica curatorial y museológica. Desde la investigación consideramos prioritario impulsar proyectos que habiliten nuevas preguntas y reactiven la dimensión enunciativa de nuestras colecciones. La noción de gráfica nos permite dar cuenta de prácticas multiformes y desbordantes; una vasta producción que atraviesa tiempos de enorme centralidad en la escena del arte actual.
Rocío Dessaunet