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Museo Nacional del Grabado

INVESTIGACIÓN | Grabado y literatura entre los '60 y los '70 en la colección del Museo Nacional del Grabado

Entrevistamos a Eva Farji, seleccionada por Investiga Cultura para este proyecto.

Grabado y literatura entre los '60 y  los '70 en la colección del Museo Nacional del Grabado.
Proyecto seleccionado por Investiga Cultura
Investigadora: Lic. Eva Farji

- ¿Cómo surge la idea de la investigación?

- Desde siempre me ha interesado la relación entre la escritura y la gráfica. Particularmente cómo una imagen modifica su sentido al ser acompañada por palabras en las ediciones ilustradas. Considero que ambos, letra e imagen plástica, son elementos visuales.

Durante mucho tiempo me dediqué al estudio y difusión del exlibris a través del boletín informativo de la sociedad de grabadores Xylon Argentina. En 2013 tuve la oportunidad de ser curadora de una muestra de grabado en Venezuela que giraba en torno a las ilustraciones que Víctor Rebuffo hizo de una novela de Rómulo Gallegos.

De modo que con la reapertura del Museo del Grabado y en conversación con su directora, Paula Zingoni, enseguida supimos que la idea iba a ser dar continuidad a temáticas que hubiera trabajado en otros ámbitos. Presuponía que el museo debía atesorar bastante material de las décadas del ’60 y ’70, hecho que enseguida corroboré, y que me presentó una gran oportunidad de profundizar mis intereses.

- ¿Qué características distintivas presenta las décadas que abarca la investigación? 

- Se trata de una época de gran agitación política y social. Donde se asiste a debates en torno a la función del arte y la sociedad, y al lugar del arte argentino en el campo internacional. Es un momento en donde se da gran espacio a lo colectivo y hay mucha actividad social que reúne a artistas plásticos y escritores, en muchos casos la relación es de amistad, o bien la confluencia de intereses e ideas políticas en común, comunidades inmigrantes, exiliados, etc. Mi intención es ver de qué manera esto aparece representado en las obras que guarda el Museo Nacional del Grabado.

- ¿Podrías describir de manera coloquial/de divulgación los aspectos más relevantes de la investigación, la hipótesis a la que apuntás y la metodología de trabajo? ¿Cómo fue el proceso de delimitación del corpus y del marco teórico?

- Si bien el grabado como disciplina artística tiene que ver con su autonomía (o sea, la posibilidad de los artistas de utilizar las técnicas de impresión para realizar imágenes por fuera del libro), el auge de la poesía latinoamericana en la década del ’60 y ’70, la variedad de formatos para la difusión de arte y literatura, hacen de las carpetas, libros, revistas, plaquetas, un renovado campo de investigación visual y creativa.

Tomé como punto de partida los recientes trabajos sobre el grabado argentino que dan cuenta de un renovado interés por la gráfica desde los estudios visuales y la historia del arte.

También desde la teoría literaria me nutrí de autores que analizan los textos que se inspiran en imágenes. Para estudiar los casos concretos fui ampliando la investigación bibliográfica al estudio de los artistas en particular para contextualizar sus trabajos en el marco de su obra y trayectoria.

- ¿Existe un antecedente de este tipo de investigación en relación a la literatura y el grabado en otras épocas u otros países? 

- La historia del grabado va de la mano de la del libro impreso en sus orígenes en el arte occidental. Durante las vanguardias de principios del siglo XX el grabado – figurativo y narrativo- se vincula a la ilustración literaria y a los movimientos sociales y políticos combativos de izquierda por su capacidad técnica de multiplicación de la imagen. En nuestro país me sirve de marco general el trabajo realizado por Silvia Dolinko “Arte Plural”.

- ¿Cómo es la relación con el Museo Nacional del Grabado? ¿Cómo es trabajar con una colección? 

- Las y los trabajadores del museo me brindan todo su apoyo y gran predisposición en la tarea que estoy llevando adelante. Especialmente en las búsqueda en sus archivos y la observación directa de las obras.

El museo tiene clasificado su patrimonio en varias categorías, entre ellas, las carpetas y los libros (que son los objetos que a mí me interesan). De modo que el acceso al material ya parte de una manera de entenderlo que puede coincidir o no con la del/la investigador/a, que también hace a los objetivos del trabajo.

- ¿Hay alguna curiosidad, anécdota, hecho que te haya llamado especialmente la atención de lo que pudiste relevar hasta el momento?

- Es muy interesante encontrar objetos que son difíciles de clasificar, por ejemplo las ediciones que, sin dejar de ser comerciales, presentan aspectos lúdicos que vienen del libro de artista.

También me produjo mucha satisfacción encontrar la carpeta “Los Reyes” de Pompeyo Audivert que incluía un poema de Rafael Alberti escrito a partir de las imágenes. Es un caso que me detuve mucho a analizar.

 

Sobre el proyecto de investigación:
De la ilustración al objeto poético. La relación entre grabado y literatura de los años ´60 y ´70 en la colección del Museo Nacional del Grabado

La historia del grabado viene signada por su relación con el texto escrito, la historia del libro impreso y a la función didáctica de la imagen en muchos de los casos. Durante las vanguardias de principios del siglo XX la preeminencia de la imagen narrativa y la figuración tienen que ver con la vinculación a la ilustración literaria y a los movimientos sociales y políticos combativos de izquierda. Estas tradiciones configuraron una posición periférica en el campo artístico respecto a movimientos estéticos de las artes visuales en los años sucesivos.

Por otra parte, las décadas del sesenta y el setenta constituyen un momento especialmente rico en las artes visuales de nuestro país. Artistas e instituciones se encuentran bregando por la modernización, internacionalización y reconocimiento del arte argentino, elaborando estrategias en un campo artístico local en ebullición. Una de ellas es la fundación del Museo Nacional del Grabado, cuya colección e iniciativa surge de un emprendimiento privado: el del galerista Óscar Pécora.

En lo que respecta a las artes gráficas, es un período en que se redefine y cuestiona el canon tradicional del grabado en tanto disciplina artística en relación a los principios del arte moderno, tal como analiza Silvia Dolinko. Si bien el grabado -particularmente el desarrollado con sus procedimientos tradicionales- fue un medio considerado demasiado arraigado a prácticas, saberes y expresiones del pasado, muchos artistas lo eligieron para la experimentación técnica y visual, aprovechando lo que -justamente- su técnica permite: la circulación de imágenes.

Tomando como punto de partida que la búsqueda de la “modernización” del canon del grabado en los ’60 y ‘70 va de la mano de la autonomía de la imagen gráfica respecto del libro, este proyecto de investigación busca demostrar que, paradójicamente, la ilustración de poesía, especialmente de autores de vanguardia contemporáneos (pero no excluyentemente), fue también un terreno de investigación formal, técnico y discursivo por excelencia para la gráfica argentina.

Sobre Eva Farji:
Nació en Israel en el año 1978, pero se radicó en la Argentina. Es Licenciada en Artes (Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad de Buenos Aires). Estudió Grabado, dibujo y arte impreso, en el taller El Zaguan y obtuvo el título de Técnica en Artesanías aplicadas en la Escuela Técnica N° 3 Fernando Fader.
Trabajó como especialista en artes plásticas en el Ministerio de Relaciones Exteriores, y como  consultora especializada en bienes culturales.
Realizó tareas de investigación como asistente de la Dra. María del Carmen Magaz en su tesis de doctorado Buenos Aires, Espacios Simbólicos y Arte Público, en la Universidad del Salvador.

Fue integrante de la Comisión Directiva de Xylon Argentina, sociedad de grabadores y escribe notas y entrevistas para su boletín informativo. Se dedica al ex libris, participando en salones nacionales e internacionales con su trabajo y realizando tareas de difusión de este arte a través de G.A.D.E.L (Gente Amiga del Ex Libris).
Realiza ilustraciones para la Sociedad Argentina de Bibliófilos, de las cuales cabe mencionar el Nuevo Testamento y la Balada de la Cárcel de Reading, de Oscar Wilde.
En el año 2007 gana el primer premio del Salón de Arte Sacro del Museo Claudio León Sempere de Burzaco.

Como expositora se presentó en el II Simposio Internacional de Arte Impreso, Facultad de Artes, Universidad de Tucumán, en el XXXV Congreso Internacional de la FISAE (Federación Internacional de Sociedades de Exlibristas), en el III Congreso Internacional “Artes en Cruce” y en las  VI° Jornadas Estudios e Investigaciones, Artes Visuales y Música, organizadas por el Instituto de Teoría e Historia del Arte “Julio E. Payró”, Facultad de Filosofía y Letras UBA.

Además fue curadora de importantes exposiciones y participó como jurado en destacados certámenes de Artes Plásticas.