Pasar al contenido principal
Museo Nacional del Grabado

EXPERIENCIAS 2 | Grabadores al Museo

Artistas nos comparten experiencias, recomendaciones y reflexiones. En octubre: Adrián Pandolfo y Paula Martínez.

En esta sección de nuestra web, compartimos experiencias y relatos de algunos de los artistas que hacen del grabado su pasión. La idea es reconstruir --de forma renovada--  el espíritu que desde su fundación tuvo nuestra institución. En octubre, Adrián Pandolfo y Paula Martínez, nos comparten su mirada sobre la muestra de xilografías Cruzando destinos, de Carlos Scannapieco, realizada en el Espacio de Arte Sala Siranush, en sepriembre de 2019.

Al entrar al salón nos encontramos con los visitantes disfrutando de las obras y --hecho curioso en una inauguración-- tomando un helado. Al fondo de la sala un triciclo de esos que se usaban para el reparto de helados en la Buenos Aires de los años ‘50 y en el que se lee, con hermosa caligrafía de filete porteño, El antiguo Napoli, heladería fundada en la calle Rivera 826 del barrio de Villa Crespo por Andrés Scannapieco, padre de Carlos. Esta heladería abrió sus puertas el 21 de septiembre de 1938 y más tarde pasó a llamarse Heladería Scannapieco. Junto al carro, dos personas servían helados de crema armenia a los visitantes, un sabor creado por los Scannapieco especialmente para los niños y jóvenes de la comunidad armenia, que pasaban los mediodías en la heladería.

La exposición estaba integrada por un conjunto de veinticuatro obras de extraordinaria coherencia y contundente potencia gráfica. Las piezas se disponían en tres grandes bloques. El primero constaba de nueve xilografías de mediano y gran formato realizadas en blanco y negro, con el más puro y hermoso lenguaje propio de la talla xilográfica. Al frente de este conjunto una de sus obras más importantes Desguace en el Riachuelo, obra que le permitió acceder al Gran Premio del Salón Nacional de Artes Visuales en 1988, (xilografía, 180 x 200 cm). La misma se instaló como una de las obras más importantes de nuestro acervo cultural. Esta xilografía de confección monumental por su tratamiento técnico, posee una síntesis y un contenido altamente romántico con su historia personal, por lo que significó la rivera boquense: el trabajo, los obreros y las migraciones italianas, en ese barrio tan querido por él. Así Scannapieco plantó esta obra como los grandes barcos que ingresaban en el Riachuelo. Esa sensación se percibía en la exposición como su gran nave insignia, escoltada por las otras xilografías de mediano formato que integraban este bloque. Un austero lenguaje y una síntesis reducida al blanco y negro, describiendo las calles y puentes, en los horarios en los que los vecinos salían apurados en busca del transporte público rumbo al trabajo, a la escuela o el hogar. También nos muestra su propio recorrido en obras como: A la Belgrano, Rumbo a Flores, Puente Avellaneda y En el túnel.

El segundo conjunto ofrecía un  tinte lírico e íntimo, más referido a sus vivencias personales, a sus gustos por el tango, por la amistad, la cancha y el arte. Integrado por una serie de hechos cotidianos. De antiguas estampas en blanco y negro resurgirán con el troquelado nuevas obras a color.

Y por último, en el tercer bloque, encontramos su obra más reciente. Realizada entre 2017 y 2019, y compuesta por una serie de monocopias, que realiza a partir de plantillas que clasifica por texturas superpuestas, logrando una gran variedad de veladuras y transparencias. Aquí podemos observar cómo se articula esta serie con sus obras anteriores, en las que acentúa la geometría y la síntesis. La forma se establece como puro contenido y aparece el carácter sensible de su creación. Una obra reducida a cuatro valores partiendo del negro y estructurando el espacio acompañando de azules y grises.

Recordaremos esta muestra como una las mejores que visitamos este año en lo que a grabado y arte impreso se refiere.

Adrián Pandolfo y Paula Martínez.